Entre las cotineidades comenzaron a aparecer esos vendedores que quieren que lleves lo que no necesitás, sobre todo en zonas capitalinas donde abundan los comercios de ropas y reina el "venderás cualquier cosa a cualquiera o no serás nada". Mientras mirás una vidriera, porque te querés comprar un lompa o un par de zapatillas, o simplemente te paras en una vidriera por curiosidad; sale un vendedor y te dice: "gordo y/o flaco, pasa adentro tengo algo para vos". ¡Eh!... ya nos asusta, si nos quiere llevar para adentro tiene malas intenciones, tal vez un saldo invendible o alguna artera mala intención.
Donde quedó el señor, joven o el buen día... pasá para adentro tengo algo para vos, ¿será que los vendedores se extinguieron cual dinosaurios prehistóricos, y solo quedan ordinarios seres obligados por una comisión y sean tan mal educados.
Recuerdo, no por jovato ya que ando por los cincuenta y pico y no tan cerca de los sesenta, cuando al comprador se lo respetaba, y se ofrecía lo que uno venía a comprar, no sin antes brindar un saludo por más que la noche anterior y resaca de por medio lo obnuvilara y pasase al bando de los ordinarios.
Si señores hoy me lo agarré con esos vendedores escondidos tras de la puerta, que son capaces de tomarte del brazo y obligarte a llevar lo que no viniste a comprar.
¡Que no cunda el pánico!, aún quedan algunos vendedores de la vieja estirpe que respetuosamente te asisten en lo que venís a comprar, aunque te vayas del negocio con un cierto temor pensando, ¿porqué tanta amabilidad?, ¡será que me cagó y no me dí cuenta?... y si lo hizo, por lo menos lo hizo con clase.
Será justicia.
¡Que no cunda el pánico!, aún quedan algunos vendedores de la vieja estirpe que respetuosamente te asisten en lo que venís a comprar, aunque te vayas del negocio con un cierto temor pensando, ¿porqué tanta amabilidad?, ¡será que me cagó y no me dí cuenta?... y si lo hizo, por lo menos lo hizo con clase.
Será justicia.
Muy bien Roberto, te acompaño en tu protesta, soy de viajar poco a la CABA, pero una de las cosas que me rompe los quinotos es esa persecuta que tienen por todos lados vendiendote lo que sea y no aceptando una negativa como respuesta y le sumo una moda que ya se ve tambien por estos lados y es la de los vendedores de las librerías que te persiguen por todo el local ofreciendote y preguntandote a cada rato si encontraste lo que buscabas, donde habrá quedado el placer de husmear por horas en busca de un libro sin que nadie te apure?
ResponderEliminarEs así Roberto, vendedores de los "de antes" no quedan...
ResponderEliminar¿o será que uno/a ya no es el de antes?
Alguna vez en alguna vidriera escuché "¿Te puedo ayudar muñeca?" ahora, ya hace tiempo que no escucho nada parecido... Es lo que digo, los vendedores vienen cada vez peor...
A las mujeres no les dicen "gorda" porque pierden... pero suelen usar el "gordi" que causa el mismo efecto y, como los vendedores son primitivos, no se dan cuenta...
¿Te imaginás cómo correríamos si nos dicen "Tengo talles especiales"? porque estos tíos son tan groseros que a lo mejor lo dicen...
Por ahora no escucharé esta forma de promocionar pero... como una no sabe qué le depara el destino (o la comida)... prefiero empezar a admirar la obra de Botero mientras pierdo el oído...
Me parece que tiene que ver con la aceleracion del ciclo economico , donde el consumismo se exacerba mas y si no conmsumis lo que te venden porque por ejemplo no lo necesitas o queres seguir usando lo que ya tenes por mas tiempo del que esperan te transformas en un paria social. En gral para eso se necesitan vendedores que incluso se requiere te aprieten para lograr su venta . No son peores lo que te intentan vender segurios desde los bancos y les decis que no te interesa y te siguen hinchando las bolas ?
ResponderEliminarEdgardo es cierto en las librerías te respiran en la nuca, ofreciendote "best seller" como el último de Majul. Es tan gratificante ir mirando
ResponderEliminarpor los escaparates buscando "èse" libro que queremos leer o simplemente curiosear y hojear los
que tienen de oferta sobre una mesa.
Un abrazo
Hilda uno trata de adaptarse a los tiempos pero parece que los ofrecetevendotodo van más adelante,
ResponderEliminarcuando se me acercan siento la necesidad de darles una clase marketing y venta, por eso prefiero dar media vuelta y enfilar para otro negocio que tal vez tengan una pizca de aprecio hacia el cliente.
Con respecto a las obras de Botero, aqui las estan reemplazando en los restò con vacas en las puertas, no se si es por la carne Argentina
o nos estan diciendo; che, gordo acá tenemos lo
que vos querés morfar.
Saludos
Javier esos son de otra especie sumamente peligrosa, te llaman por TE cien veces aunque les digas que no te interesa, y ahí es cuando te ofrecen otro producto, me tenían podrido de un
ResponderEliminarsupermercado que tengo una tarjeta del mismo, mes por medio más o menos me ofrecian un seguro de
sepelio a descontar de la tarjeta por supuesto,
me parece que van a un templo de los testigos de Jehová que les enseñan a ser persistentes y cargosos. Claro ellos lo hacen por una comisión lo que molesta es que no reconocen un "no" a lo que ofrecen.
Un abrazo.