martes, 29 de mayo de 2012

CON QUIÉN TE QUEDÁS?

Uno puede llegar a la ancianidad dignamente o ser un viejo/a resentido. Llegar dignamente te lo demuestra el rostro con razgos de paz y arrugas que te embellecen, en cambio las caras resentidas están partidas por surcos profundos, en la mirada podés percibir el odio y la rabia del ya no ser, es cuando se dan vuelta como panqueques, lo que antes era bueno y provechoso, hoy es todo lo contrario y no les queda otra que criticar y desparramar odios y opiniones ajenas a toda ética defendiendo intereses personales y ajenos en contra la mayoría. Sus opiniones solo acrecientas sus pobres credibilidades y las vuelve dañinas, como plagas en un campo sembrado. Por éso me gusta ver a los mayores con paz en sus rostros y una enorme dignidad dibujada en sus hermosas arrugas del tiempo.