La tarde llegó atrasada una hora, con el calor una chicharra avisaba que las sandías estaban maduras... y ni asomo que va a llover.
Miraba por la endidura de una ventana rotosa que daba hacia la calle de tierra apisonada con cascotes, que sobraron de alguna vieja pieza que se vino abajo, de vieja nomas. Pasaban dos mujeres parloteando algo del muerto y quién hubiera pensado, no le parece?, tan serio y servicial, con razón siempre la atendía...
Se perdieron detrás de unas cañas que crecían al costado de una zanja que separaba la calle de la vereda, si éso era una vereda.
Quién me mandó a venir a éste pueblo, buscando plasmar en la pintura sus costumbres, donde tenés que esperar una semana que venga un colectivo desvencijado que se cae a pedazos, para comprar una lata de atún de dudosa marca.
Puedo ver desde la rendija el cortejo hacia el cementerio, lo llevan a Casimiro el cura del pueblo, le pegaron una puñalada que no le dio tiempo a confesar sus pecados, quién le manda a acostarse con mujeres ajenas... encima con la mujer del carnicero.
Que se haga cargo de sus responsabilidades , yo no diria pobre
ResponderEliminarJavier, pobre de alma, hacerse cura para ganar mujeres es de muy baja estima.
EliminarAbrazo
!Qué lo tiró! y a quien le confesaría sus pecados el cura?
ResponderEliminarQue era servicial era servicial ...
Abrazo de domingo Roberto.
Hola Marce, super sevicial con su sacerdocio, pero no calculó que la parca le rondaba.
EliminarAbrazo grande.
Ostras, no me esperaba este final.
ResponderEliminarMe encanta cuando las mañanas llegan atrasadas.
un abrazo roberto
Esmeralda, muchas mañanas con su pereza nos hacen amanecer más tarde.
EliminarUn abrazo.
Casi miró de reojo... pero no tuvo siquiera tiempo el pobre.
ResponderEliminarDaniel, según dice la gente no le alcanzaron las patas para correr.
EliminarAbrazo.
Je,seguimos con la violencia de género,en el culo del mundo y con un calor envidiable.
ResponderEliminarMoscón, después dicen que en los pueblitos de las privincias la vida es tranquila y no existe la inseguridad. Ni el cura se salva de la violencia de maridos celosos.
EliminarAbrazo.
Hola Roberto, no espera semejante final. Excelente
ResponderEliminarAbrazo
Lapislazuli, el cura tampoco se la esperaba.
EliminarAbrazo.
Muy bueno!!
ResponderEliminarPara hacerla completa le faltó un cuchillito para ella... O... aunque más no sea colgarla con un gancho, de la pata, en la plaza del pueblo.
Abrazo
Hilda, hay maridos que prefieren ir presos antes que recibir las cargadas de los amigos. De tontos nomás.
EliminarAbrazo.
Jajaja! qué bueno, no me esperaba ese final...
ResponderEliminarGenial Roberto, un beso
Hola Eva, que le vamos a hacer son cosas de la vida, algunos buscan revancha otros siguen su camino.
EliminarUn abrazo.
Amigos, verdadeiros são para sempre, porque
ResponderEliminarquando dois corações se unem, formando um só,
DEUS se manifesta ali, através do amor
e o amor é mais forte que a morte,
é benigno, paciente, tudo sofre, crê, supera.
não se ufana, nem se ensoberbece, apenas ...ama.
certamente, permanece.
Desejo um abençoado final de semana
Beijos no coração carinhos na sua alma,Evanir
Por favor me perdoa por deixar cola
não estou conseguindo digitar.
Isso é para não deixar de passar nos blogs.
Deus sabe o quanto você é importante para mim.
Evanir, gracias por tus amables palabras. Eres una amiga que siempre está presente, y comprendo tu trabajo de recorrer en los distintos blog, ya que tienes una enorme cantidad de seguidores.
ResponderEliminarQue tengas un excelente fin de semana, un cariñoso abrazo.
Muy bueno y genial el final . Un beso
ResponderEliminarHanna, gracias por pasar y dejar tu comentario, me alegra que te haya gustado.
EliminarAbrazos.
Hola Roberto, yo creo que el carnicero se equivocó. Este pobre cura, intentaba enseñar al pueblo lo que no se debe hacer; y este buen hombre lo hizo "predicando con el ejemplo" el sexto mandamiento: " no cometerás actos impuros".
ResponderEliminarQueda claro que el carnicero no supo entenderlo, perdió la cordura e infligió el quinto mandamiento: "no matarás". Verás como a partir de ahora se aplicará e irá todos los domingos a misa.
Un abrazo.
Manuel, éso le pasa al carnicero por coquetear con sus clientas y se olvidó de su mujer. Dolido en su hombría mostró su violencia machista.
EliminarSeguramente irá a rezar los domingos como bien decís.
Un abrazo.
¡Que tal Roberto?
ResponderEliminarEspero que el comentario anterior lo hayas tomado como lo que es: "una ironía".
Un cordial saludo.
Hola Manuel, para nada me molestó tus palabras, solo que tardé un poco en contestarte pués no me había dado cuenta que tenía tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo.